El estrés y el sobrepeso: Una mala combinación

[avatar user=”doller” size=”thumbnail” align=”left” link=”https://somoscc.wpengine.com/who-we-are/denisse-oller/”]por Denisse Oller[/avatar]Del estrés no se escapa nadie. Ya sea debido al trabajo, estudio o cuestiones personales, el estrés nos impacta a todos en mayor o menor medida. Para empeorar las cosas, manejar el estrés puede ser en sí mismo una tarea difícil, ya que este puede afectar nuestra salud mental y física de diferentes maneras.

Uno de los mayores impactos físicos del estrés en el cuerpo es el riesgo que corremos de caer en sobrepeso. Esto ocurre cuando acumulamos estrés y nos sentimos saturados de manera tal que empezamos a olvidarnos de nuestra salud personal. El estrés nos puede hacer sentir fuera de control, llevándonos a consumir alimentos poco saludables y cantidades innecesarias de comida para llenar esos vacíos emocionales que nos provoca la situación estresante. Aumentar de peso se suma al estrés que ya siente nuestro cuerpo, lo cual nos lleva a sentirnos frustrados y potencialmente a serios problemas de salud.

La buena noticia es que el aumento de peso relacionado con el estrés se puede evitar:

  • Esté al tanto de cómo se siente físicamente – Una de las destrezas más importantes que podemos aprender es sentirnos alertas y conscientes de nuestro estado emocional y físico. Si es capaz de reconocer cuándo se va acumulando el estrés, podrá dar los pasos adecuados para controlarlo y reducirlo de manera que no le afecte su salud.
  • Coma una dieta balanceada – Asegúrese de consumir los nutrientes necesarios para mantener un equilibrio de alimentación saludable. Una alimentación rica en nutrientes y una dieta bien balanceada, le quitará el hambre y evitará que esté buscando comer cualquier cosa a cada momento.
  • Lleve un horario – Coma cuando sienta hambre y no se salte las comidas principales. A veces es muy fácil olvidarnos de desayunar cuando salimos corriendo para el trabajo. No se deje llevar por el apuro. Asegúrese de llevarse algo para comer cuando salga. Su cuerpo no funcionará con eficacia si no lo alimenta y al evitar la primera de las comidas en la mañana, puede que sienta hambre durante el resto del día, lo que traerá como consecuencia el consumo de comida chatarra, o un mayor consumo de comida mayor que la que necesita. Recuerde, además, preguntarse si realmente tiene hambre. Si tiene hambre y es la hora de comer, coma algo sano. En cambio, si no tiene hambre, trate de enfocar su mente en otra cosa para evitar así el consumir más calorías de las necesarias.
  • Haga ejercicio – Hacer ejercicio es esencial no solo para mantener un buen peso y un estilo de vida saludable, también puede ser su arma secreta de cómo lidiar con el estrés. Hacer ejercicio es una manera probada de reducir el estrés y dedicar tiempo a uno mismo. Eleva su nivel de endorfinas, lo que hace que mejore su estado de ánimo y se aleje del estrés que le atormenta.
  • Duerma – Dormir las horas necesarias es esencial para reducir el estrés y mantener un estilo de vida saludable. Si no duerme lo necesario, dedicará más horas al consumo de calorías que su cuerpo no necesita. Además, si no duerme lo suficiente, su mente y su cuerpo no funcionarán a los niveles óptimos que usted necesita, por lo que le resultará más difícil reconocer y controlar el estrés de manera efectiva.

El estrés puede afectar nuestro estado físico y mental de muchas maneras, por lo que es importante prestar atención a cómo nos sentimos. En cuanto empiece a sentirse abrumado, asegúrese de hacer algunas rectificaciones en su alimentación y estilo de vida. Duerma, aliméntese bien, haga ejercicio y busque la manera de llegar a un equilibrio para que pueda controlar los niveles de estrés, mantener un peso acorde con su estatura y evitar problemas de salud. Y recuerde, si nota que su peso empieza a cambiar, o si no puede controlar eficazmente sus niveles de estrés, nadie mejor que su médico para ayudarlo.