Mi madre, el Alzheimer y yo

[avatar user=”doller” size=”thumbnail” align=”left” link=”https://somoscc.wpengine.com/who-we-are/denisse-oller”]por Denisse Oller[/avatar]Mi madre vivió los últimos diez años de su vida víctima del Alzheimer. Al principio, olvidaba realizar las tareas más comunes de la rutina diaria. Después, empezó a confundir nombres, fechas, personas. Su deterioro, que se agravó velozmente a partir de esas primeras manifestaciones, prosiguió hasta devastar por completo su cuerpo y mente. En el último año de su vida, era ya un cadáver insepulto. Respiré aliviada cuando murió. Finalmente se había liberado de esa terrible enfermedad. Su historia fue idéntica a la de mi abuela y a las de casi todas mis tías ya fallecidas.

¿Me preocupaba mi propia salud? Desde luego que sí.

El deterioro cognitivo o mental afecta a miles de adultos mayores cada año, aun cuando esta enfermedad resulta ajena para muchos estadounidenses. Se manifiesta a través de un amplio espectro de síntomas que van desde la confusión y la pérdida de la memoria hasta la demencia y el Alzheimer.

A pesar del hecho de que uno de cada nueve adultos de más de 45 años experimenta confusión o pérdida de la memoria, y no bien uno de cada diez adultos de 65 años o más desarrolla Alzheimer, menos del 50 por ciento de los adultos que empiezan a experimentar los síntomas consulta a su doctor.

Aun cuando todavía no hay una cura para el deterioro cognitivo, los adultos podemos tomar precauciones diarias para evitar o retrasar la manifestación de sus síntomas.

  • Busca atención médica: si crees que estás perdiendo la memoria o has experimentado mareos regulares, debes consultar a tu médico. La detección temprana ha demostrado ser útil para implementar estrategias que mantengan y/o atiendan el problema de fondo que causa el deterioro cognitivo. De acuerdo con el Instituto Nacional de la Salud, las pruebas de detección efectuadas por profesionales suelen tardar diez minutos o menos, y pueden repercutir en una mejor calidad de vida para quien lucha contra el deterioro cognitivo.
  • Consume una dieta balanceada y ejercítate: en SOMOS siempre estamos hablando de la importancia de la buena alimentación y del ejercicio físico para tener una vida sana en general. Esto resulta aún más importante cuando se trata de mantener la agudeza de tu cerebro. El ejercicio es una de las maneras principales para mantener y agilizar tu metabolismo. Las deficiencias metabólicas han demostrado desencadenar muchos trastornos neurológicos que, a su vez, pueden desembocar en el deterioro cognitivo. Asimismo, las dietas altas en antioxidantes, ácidos grasos, ácido fólico y en vitamina B12 han mostrado ser útiles para prevenir trastornos cognitivos, mientras que el Plan Nutricional DASH puede ayudar a reducir el riesgo de padecer demencia.
  • Practica la estimulación mental y el contacto social: mantener la agudeza mental es fundamental para prevenir el deterioro cognitivo. Se ha detectado una estrecha relación entre las actividades que estimulan la mente con una reducción del deterioro cognitivo. Por ejemplo, de acuerdo con un estudio, las actividades artísticas, artesanales y el uso regular de la computadora redujeron el riesgo de contraer deterioro cognitivo hasta en un 30 por ciento. Las actividades sociales también han demostrado ser útiles en este sentido. Conforme al mismo estudio, quienes participan regularmente en actividades sociales tuvieron un 23 por ciento menos de probabilidades de padecer deterioro cognitivo.
  • Duerme bien: no dormir una noche podría no afectar tus habilidades cognitivas, pero la privación del sueño durante períodos largos puede acarrear un impacto medio en el aspecto cognitivo, esto conforme a un estudio de la Asociación Neurológica de Estados Unidos. El mismo estudio revela que acostarse temprano y dormir de largo las siete u ocho horas recomendadas cada noche, se relaciona con niveles cognitivos normales.

Ya le he comentado mis preocupaciones a mi doctor. Me recomendó una buena nutrición y mucho ejercicio, no solo para estar en forma sino también para reducir el estrés. Por mi parte, solo añadiría que la risa siempre ha sido mi mejor medicina.

Muy probablemente todos conocemos a alguien que sufre deterioro cognitivo; sin embargo, esto no debe ser razón para asustarnos. Al seguir estos pasos y crear hábitos sanos en nuestra vida diaria, podemos coadyuvar a prevenir o retrasar al máximo la aparición de los síntomas del deterioro cognitivo. Como de costumbre, te sugiero visitar a tu médico para comentarle tus preocupaciones al respecto y para conocer las mejores opciones de tratamiento que hay para ti.