Lavarnos las manos —una tarea tan simple y cotidiana— es quizás una de las mejores cosas que podemos hacer para evitar contagiarnos de alguna enfermedad. Y esto tan simple es, sin embargo, una de las cosas que más pasamos por alto. Un reciente estudio de la Michigan State University reveló que un 95 por ciento de las personas no se lavan las manos correctamente. Teniendo en cuenta que nos encontramos en la Semana Nacional de Vacunación contra la Gripe y la Semana Nacional de Concienciación de Lavarse las manos, espero que mis pacientes consideren la importancia de crear el hábito de lavarse las manos regularmente y prioricen el vacunarse contra la gripe si es que no lo han hecho aún.
Según el CDC, lavarse las manos con agua y jabón puede reducir hasta en un 50 por ciento las muertes asociadas con la diarrea, hasta en un 16 por ciento el riesgo de contraer infecciones respiratorias y, por lo general, ayuda a prevenir los riesgos de enfermedades asociadas con la alimentación y otras infecciones que frecuentemente se transmiten por manos contaminadas. Investigadores de Londres estiman que, si todos tuviéramos la rutina de lavarnos las manos, se podría evitar un millón de muertes al año. Esta rutina de lavarse las manos se compone a grandes rasgos de: lavarse las manos antes, durante y después de preparar comidas, después de ir al baño, después de estornudar, toser o sonarse la nariz.
Y aunque todos los estudios coinciden en que la frecuencia con que nos lavamos las manos es importante para la salud, no lo es menos el hecho de hacerlo correctamente. El mismo estudio de la Michigan State University reveló que las personas se lavan las manos durante unos seis segundos como promedio, en cambio el Centro Nacional para el Control de las Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomienda restregarnos las manos durante al menos 20 segundos. Asegúrese de enjabonar bien el reverso de su mano, entre los dedos y también debajo de las uñas. Se recomienda lavarse las manos con jabón regular y agua, que no esté muy caliente. Aunque los jabones antibacterianos no han demostrado ser más efectivos que el jabón regular y el agua, está por demostrarse que el uso a largo plazo del triclosán —el compuesto químico presente en estos jabones— puede hacer que el cuerpo se vuelva resistente a las bacterias.
Si necesita lavarse las manos, pero no está cerca de un baño o de un lavamanos, siempre es conveniente tener a mano un gel desinfectante que contenga al menos un 60 por ciento de alcohol. Según el CDC, el uso de un gel desinfectante con alcohol en el salón de clases fue determinante en la reducción en casi un 20 por ciento del nivel de ausentismo debido a infecciones entre unos 6,000 estudiantes de 16 escuelas primarias. Por supuesto, el desinfectante para manos no debe reemplazar la función de lavarse las manos, pero sí se convierte en una buena alternativa si no tiene a su alcance otras opciones.
Lavarnos las manos nos protege de muchas enfermedades, especialmente de la gripe. Al igual que con la vacuna contra la gripe, no solo se protege usted, sino que también reduce el riesgo de contagiar a otras personas. Esto también resulta muy importante para los niños, quienes están constantemente expuestos a gérmenes. ¿Pudo leer mi post anterior acerca del papel de la vacuna contra la gripe en la estrategia de prevención de la gripe? Ahora que entramos en diciembre, período pico de la temporada de gripe, urjo a mis pacientes que no se han vacunado aún contra la gripe a que lo hagan lo más pronto posible.
En SOMOS Healthcare, nuestra red de médicos y especialistas en el Bronx, Brooklyn, Manhattan y Queens están súper enfocados en proveer servicios de cuidado de salud de alta calidad, culturalmente integral y centrado en el paciente a familias de la Ciudad de Nueva York. Hable con su médico acerca de cómo lavarse las manos correctamente y vacunarse contra la gripe para que no tenga que sufrirla esta temporada.