Septiembre es el Mes Nacional de Concientización sobre la Obesidad Infantil

SOMOS Community Care trabaja con padres y organizaciones comunitarias, para que cada niño tenga la oportunidad de crecer sano y activo. Septiembre es el Mes Nacional de Concientización sobre la Obesidad Infantil, siendo este el  mejor momento para recordar que la obesidad infantil es un  grave problema de salud pública  al que se enfrenta aproximadamente uno de cada cinco niños (19%) en los EE. UU.

 

La obesidad hace que los niños estén en mayor riesgo de sufrir muchas enfermedades graves, como asma, apnea del sueño, problemas en los huesos y las articulaciones, y diabetes tipo 2. Los niños obesos también pueden padecer de  presión arterial alta y colesterol alto, lo cual los pone en riesgo de enfermedades cardíacas. Además de estos problemas, los niños con sobrepeso pueden sufrir acoso escolar, lo que puede provocar aislamiento social, depresión y una baja autoestima.

 

En estos tiempos de pandemia, la situación se agrava debido a la ansiedad creada por el aislamiento y la incertidumbre en los niños. Desde marzo, SOMOS Community Care ha estado examinando a miles de neoyorquinos para detectar el COVID-19. Hemos visto muy de cerca los efectos que tiene este virus en todos los niveles de la sociedad, especialmente en los niños que han sufrido las consecuencias con mayor severidad por la falta de interacción con compañeros, profesores, familiares y amigos. Para aquellos que cuentan con computadora e Internet, su tiempo de recreación se ha reducido a una pantalla, pero es aún peor para aquellos niños que no tienen acceso a la tecnología.

 

El aislamiento, el cambio de rutina y las emociones que los niños absorben de sus padres y tutores, como la frustración o la preocupación, hace que aumente la ansiedad, que muchas veces desencadena en una alimentación compulsiva.

 

¿Cómo pueden los padres ayudar a prevenir los hábitos alimenticios poco saludables de sus hijos durante estos tiempos difíciles? A continuación, le ofrecemos algunos consejos para apoyar un crecimiento saludable.

 

Establezca una rutina que les proporcione la estructura necesaria para sentirse seguros. Planificar una comida principal y un horario de refrigerios les ayudará a aprender a comer con regularidad y a disminuir la ansiedad.

 

  • Sea consciente de sus emociones como padres. Las emociones como la intranquilidad, la frustración o la depresión afectan a los niños que tal vez no comprendan el origen de estos trastornos, ni cuándo terminarán estos sentimientos negativos. Si desea que ellos se sientan mejor, primero debe ayudarse a sí mismo.

 

 

  • Hidrátese tomando agua: beber agua puede ayudar a controlar el peso corporal de su hijo y reducir el consumo de calorías. Limite las bebidas y jugos azucarados y ofrézcales agua como una alternativa más saludable.

 

  • Merienda de frutas y verduras: las frutas y verduras son una opción nutritiva y baja en calorías las cuales puede proporcionar a su hijo como meriendas en lugar de papas fritas o dulces.

 

  • ¡Sea activo y saludable! Usted es el mejor modelo a seguir para su   Planifique el tiempo en familia en torno a una actividad física como una caminata por el vecindario o jugar al frisbee en el parque cuando sea posible y siempre siguiendo los protocolos para prevenir el COVID-19. En casa, prepare comidas saludables para que toda la familia disfrute en compañía.

 

La obesidad infantil es un problema complicado, pero todos podemos poner nuestro granito de arena para ser parte de la solución. Incluso pasos pequeños como los que enumeramos anteriormente pueden ser de gran ayuda para mantener a su hijo sano y activo. Ahora, cuando la mayoría de los niños están en casa compartiendo tiempo con sus padres, es un buen momento para hablar sobre hábitos alimenticios saludables e incorporarlos al estilo de vida de su hijo.

 

Los niños necesitan una dieta equilibrada con comidas de los tres grupos de alimentos: verduras y frutas, productos integrales y alimentos con proteínas. Incluir una variedad de alimentos hace que nuestras comidas sean diferentes y sabrosas. También es clave para una dieta saludable porque cada alimento tiene una combinación única de nutrientes, tanto macronutrientes (carbohidratos, proteínas y grasas) como micronutrientes (vitaminas y minerales).

De acuerdo con las pautas dietéticas para estadounidenses del 2015-2020, a continuación encontrará algunos consejos sobre la mejor fórmula para impulsar el crecimiento y el desarrollo de su hijo:

 

  • Verduras: Cuantas más verduras, y mayor variedad, mejor. Sirva una variedad de vegetales frescos, enlatados, congelados o secos y trate de cambiar el tipo de vegetales, incluyendo verde oscuro, rojo y naranja, frijoles y guisantes, almidón y otros, cada semana. Enjuague las verduras enlatadas antes de servir.

 

  • Frutas: ¡Coma frutas y saboree el arco iris! Eso significa que incluya en la alimentación muchas frutas de todos los colores, ya sean frescas, congeladas o secas.

 

  • Granos integrales: opte por los cereales integrales, como el pan integral, la avena, la quinua o el arroz integral o arroz silvestre, o alimentos elaborados con granos integrales mínimamente procesados. Limite los granos refinados como el pan blanco, la pasta y el arroz.

 

  • Proteína saludable: Elija frijoles y guisantes, nueces, semillas y otras opciones de proteínas saludables de origen vegetal, así como pescado, huevos y aves. Limite el consumo de carnes rojas (res, cerdo, cordero) y evite las carnes procesadas (tocino, fiambres, “perros calientes“ y salchichas).
  • Lácteos: Anime a su hijo a comer y beber productos lácteos descremados o bajos en grasa, como leche, yogur, queso o bebidas de soya fortificadas.

 

  • Aceites saludables: Es importante recordar que la grasa es una parte necesaria de nuestra dieta y lo que más importa es el tipo de grasa que comemos. Debemos elegir regularmente alimentos con grasas insaturadas saludables (como pescado, nueces, semillas y aceites saludables de plantas como aceite de oliva virgen extra, canola, maíz, girasol y aceite de maní para cocinar, y en ensaladas y verduras).

 

  • Agua: ¡Manténgase hidratado! El agua debe ser la bebida preferida con cada comida y refrigerio, así como también cuando estamos activos. Limite el consumo de jugo de su hijo a un vaso pequeño por día, ya que puede tener tanto azúcar como un refresco, y evite las bebidas azucaradas como las gaseosas, las bebidas de frutas y las bebidas deportivas.

 

Haga que sus hijos participen en la planificación de las comidas y la preparación de alimentos, y asegúrese de visitar nuestr Portal de Nutrición DASH  y obtenga más consejos fáciles de seguir para que disfrute una vida saludable.