Reduce el consumo de alimentos fritos o grasosos

[avatar user=”doller” size=”thumbnail” align=”left” link=”https://somoscc.wpengine.com/who-we-are/denisse-oller”]por Denisse Oller[/avatar]

Es prácticamente imposible ir a cualquier lugar de Estados Unidos sin toparse con un establecimiento de comida rápida, por lo general con un menú repleto de alimentos fritos o grasosos. De aquí la importancia de conocer bien los efectos que estos aceites y grasas tienen sobre nuestros cuerpos.

De acuerdo a investigaciones del Departamento de Nutrición de la Facultad de Salud Pública de Harvard, las personas que comen alimentos fritos al menos una vez a la semana tienen un  mayor riesgo de contraer diabetes tipo 2 y enfermedades cardiacas, y ese riesgo aumenta en las misma medida en que aumenta el consumo de comidas fritas.

Aquí te presentamos cinco cosas que le ocurren a tu cuerpo cuando comes alimentos fritos o grasosos:

  1. Aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiacas y diabetes. Un amplio estudio dirigido por Leah Cahill, investigadora del Departamento de Nutrición de la Facultad de Salud Pública de Harvard, reveló que a medida que aumenta el consumo de alimentos fritos o grasosos, se incrementa el riesgo de contraer enfermedades cardiacas y diabetes tipo 2.
  2. Causa obesidad. Varios estudios han reportado una correlación directa entre el consumo de alimentos fritos y la tasa de obesidad.
  3. Se tensa el sistema digestivo. Cada plato de comida frita contiene un alto volumen de grasa. Las grasas son difíciles de procesar, por lo que se requieren altos niveles de enzimas y jugos digestivos para poder digerirlas, lo cual tensa excesivamente al sistema digestivo.
  4. Afecta a las bacterias intestinales. Una dieta basada principalmente en alimentos grasosos carece de importantes nutrientes que necesita tu microbiota (también conocida como “flora intestinal”). Esto puede provocar desequilibrios hormonales y una menor capacidad del sistema inmune.
  5. Causa acné. Los alimentos grasosos con alto contenido de aceite pueden provocar desequilibrios hormonales, los cuales, a su vez, pueden afectar la piel con la aparición de acné.

Si los alimentos fritos representan una alta porción de tu dieta diaria, no te preocupes: ¡la solución es más fácil de lo que crees! He aquí algunas cosas que recomiendan los CDC para ayudarte a mejorar tus hábitos alimenticios.

  1. Minimiza las distracciones mientras comes. Eliminar distracciones como la TV o el celular mientras comes, te puede ayudar a enfocarte en lo que estás comiendo, y para saber qué cantidad de comida ingieres y qué tan rápido la comes.
  2. Come despacio. Relajarte durante la comida puede ayudarte a ser más consciente de tu apetito.
  3. Planea tus comidas. Planear con suficiente anticipación tus comidas puede ayudarte a asegurarte de que cuentes en casa con alimentos saludables y bien balanceados, en lugar de optar por platillos de comida rápida.

Con el fin de garantizar la dieta más saludable para ti y tu familia, limita el consumo diario de alimentos fritos o grasosos. Y asegúrate de revisar nuestra página del plan nutricional Dash y SOMOS para obtener más información sobre cómo tener una dieta más saludable y cómo mejorar tus hábitos alimenticios ¡para ser la mejor versión de ti misma!