En Estados Unidos, 20 millones de mujeres y 10 millones de hombres sufrirán de trastornos alimenticios en algún momento de su vida. A nivel mundial, ese número es de casi 70 millones de personas. Los trastornos alimenticios son enfermedades graves que ponen en riesgo la vida y que afectan a toda clase de personas, sin importar su género, origen étnico, tamaño, edad o su condición social. De hecho, estos trastornos tienen la segunda tasa de mortalidad más alta de todas las enfermedades mentales, superada solo por la adicción a los opioides, de acuerdo al sitio de la Asociación Nacional de Trastornos Alimenticios (NEDA, por sus siglas en inglés).
Anorexia, bulimia y trastorno por atracón, entre otras enfermedades, son demasiado comunes, y aun así, hablamos muy rara vez sobre ellas. Existen demasiados prejuicios y estigmas alrededor de este tema e, incluso, causa mucha incomodidad abordar los trastornos alimenticios. ¿Cuáles son algunas consecuencias de estos estigmas? Muchas personas luchan con algún tipo de trastorno alimenticio, pero nunca se enteran de que pueden obtener ayuda; no saben que el tratamiento sí funciona y que su recuperación es posible. Mientras tanto, muchos seres queridos, amigos y familiares, permanecen en la oscuridad acerca de qué son los trastornos alimenticios y no están seguros de cómo ayudar a las personas que padecen dichos trastornos. Aun cuando los trastornos alimenticios tienen la segunda tasa de mortalidad más alta entre las enfermedades mentales, aún se sostienen diversos mitos y datos erróneos que impiden que la gente solicite la ayuda que necesita. Estos trastornos pueden presentarse a través de otras afecciones, como depresión o ansiedad, lo que dificulta todavía más que sus seres queridos los detecten. Si te familiarizas con los síntomas más comunes de los trastornos alimenticios, podrás ayudarte a ti o a un ser querido para reconocerlos y abordar apropiadamente el problema. La gente que no tiene una ingesta apropiada de alimentos suele experimentar una menor estabilidad emocional, o padecer ansiedad, y es más probable que se aíslen socialmente. Pueden parecer deprimidos, pero cuando se atiende el problema alimenticio, se disipa la depresión. Otros indicadores comunes de algún tipo de trastorno alimenticio son:- fluctuaciones dramáticas o frecuentes en el peso corporal;
- preferencia a preparar sus propias comidas, no comer lo mismo que los demás o comer algo distinto del resto de la familia;
- restringir su comida significativamente;
- expresar excesivamente inconformidad sobre su cuerpo;
- hacer ejercicio a escondidas;
- sentimientos de culpa después de comer;
- pesarse frecuentemente.