En 2019, alrededor de 18 millones de personas fueron diagnosticadas con cáncer y cerca de 600,000 de ellas murieron por esa causa, según información del Instituto Nacional del Cáncer.
Algunas investigaciones revelan que 40 por ciento de todos los tipos de cáncer diagnosticados y cerca de la mitad de los decesos por esta enfermedad en Estados Unidos pueden atribuirse a causas prevenibles, como el consumo de tabaco, la obesidad excesiva, la inactividad física y la alta exposición al sol.
Este mes de febrero mantén en mente algunos sencillos pero importantes pasos que puedes dar para ayudarte a reducir el riesgo de contraer ciertos tipos de cáncer. Por ejemplo, dejar de fumar (o nunca empezar a hacerlo), mantener un peso saludable, ejercitarte de forma regular, proteger tu piel del sol y vacunarte contra algunos virus (como el virus del papiloma humano) que pueden causar cáncer.
He aquí más detalles al respecto:
- No fumar. Los investigadores han demostrado una y otra vez que cualquier tipo de uso de tabaco es perjudicial para la salud. Su consumo coloca a los fumadores en riesgo de contraer, no solo cáncer de pulmón, sino también de laringe, boca, esófago, garganta, vejiga, riñón, hígado, estómago, páncreas, colon y cuello uterino, así como leucemia mieloide aguda. Si fumas, consulta a tu médico para conocer las opciones disponibles para dejar ese hábito. Si no fumas, asegúrate de que tus seres queridos estén conscientes del riesgo que corren y, así, ayúdalos a dejar de fumar o a impedir que empiecen a hacerlo.
- Comer saludablemente. Tomar decisiones alimenticias saludables contribuye en gran medida a la prevención del cáncer. Para mantener tu cuerpo funcionando al máximo, estas son algunas decisiones inteligentes que puedes tomar hoy mismo: evita las bebidas azucaradas, limita el consumo de comidas densas en energía (las que tienen una alta tasa de calorías por volumen), come más verduras, frutas, granos integrales y leguminosas, limita la carne roja (res, puerco y cordero) y también los alimentos salados y las bebidas embriagantes, y evita los alimentos procesados.
- Tener cuidado de los cancerígenos. Un cancerígeno es cualquier sustancia o material que puede causar cáncer. Cosas como los gases de escape del diesel, los vapores del asfalto, la gasolina y hasta el polvo de la madera se consideran cancerígenos. Cada cancerígeno varía radicalmente en su potencial de causar cáncer. La luz solar, por ejemplo, es una excelente fuente de vitamina D, pero la exposición prolongada al sol sin protección, puede ser altamente dañina. Muchas de estas sustancias abundan de manera regular, por lo que es ilógico pensar que se les puede evitar por completo. En su lugar, puedes informarte para saber cuáles son los cancerígenos más comunes en tu vida diaria y asegúrate de que tu contacto con ellos sea moderado.
- Vacunarse. Si bien no hay muchos tipos de cáncer que puedan prevenirse con una vacuna, hay dos de ellos que han mostrado tener altas tasas de éxito. Una de esas vacunas es para el virus del papiloma humano (VPH), que es uno de los mayores riesgos para el cáncer cervical o del cuello uterino. Con la vacuna, las infecciones del VPH y el pre cáncer cervical han caído significativamente. La otra vacuna que puede ayudar a prevenir el cáncer es contra la hepatitis B, pues protege de la infección de larga duración que se sabe es causante del cáncer de hígado. Ambas vacunas han demostrado ser seguras y muy efectivas.
Recuerda, 40 por ciento de los casos de cáncer en Estados Unidos son prevenibles. Las acciones que tomes ahora pueden marcar una gran diferencia en la prevención del cáncer. Si tienes alguna duda o preocupación sobre tu salud, por favor haz una cita con tu médico de SOMOS.