La importancia de tener una educación sanitaria

[avatar user=”dponieman” size=”thumbnail” align=”left” link=”https://somoscc.wpengine.com/who-we-are/diego-a-ponieman”]por Diego Ponieman M.D., M.P.H.[/avatar]

Si estás leyendo este blog, muy probablemente seas una persona más consciente sobre los temas de la salud que el común  de la gente. En otras palabras, sabes que es imprescindible tener una buena educación sanitaria para conocer los principales aspectos de nuestra salud.

De acuerdo al Departamento de Salud y Servicios Sociales del Gobierno de Estados Unidos, la educación sanitaria es “el grado que cada individuo tiene para obtener, procesar y comprender información básica sobre la salud y los servicios médicos necesarios, con el fin de tomar decisiones apropiadas con respecto a su salud”. Es decir, las personas con educación sanitaria son proactivas en el sentido de asegurarse de que cuentan con la información y la atención necesarias para satisfacer sus necesidades médicas.

Aun cuando esto pudiera sonar sencillo, la verdad es que solo al 12 por ciento de los adultos estadounidenses se les considera con un nivel satisfactorio de educación sanitaria, según la Encuesta Nacional de Adultos Alfabetizados. Esto significa que aproximadamente 9 de cada 10 adultos “carecen de las facultades necesarias para manejar su propia salud y prevenir enfermedades”. Dichos adultos (y sus hijos) tienen muchas más probabilidades de tener una salud deficiente, en parte porque suelen usar los servicios preventivos con menor regularidad.

Si bien este problema lo enfrentan adultos de todos los grupos demográficos, debe reconocerse que las minorías raciales y étnicas, así como los grupos que no hablan inglés, enfrentan barreras particulares para educarse en temas sanitarios. Esto es posible porque no se sienten igual de cómodos al interactuar con los profesionales de la salud y al verbalizar sus necesidades en otro idioma. Aún más, es muy probable que aún no esté disponible cierta información sanitaria en las lenguas nativas de los pacientes que no hablan inglés.

Así pues, ¿qué puedes hacer para aumentar tu propio nivel de educación sanitaria y, también, el de tu familia y tu comunidad? Primero, mantén una actitud activa al hablar con tu médico o proveedor de servicios de salud. Asegúrate de entender bien cualquier diagnóstico que se te haga, así como la información que se te proporcione sobre las opciones de tratamiento y las prescripciones médicas.

Debes tener la confianza necesaria para aclarar cualquier detalle que no creas entender bien o, también, si sientes que tus necesidades médicas no se abordaron debidamente durante tu consulta. Si tu médico no tiene la capacidad de atender una afección específica, solicítale que te asigne con un especialista o con proveedores médicos alternativos.

Si tu lengua materna no es el inglés, consulta el directorio de SOMOS para localizar un médico de tu zona vecinal que sí hable tu propia lengua; y, si no vives en el área metropolitana de la Ciudad de Nueva York, pídeles a los miembros de tu familia o comunidad que te recomienden un médico. Es posible que conozcan un consultorio donde haya médicos y enfermeras que ¡sí hablen tu misma lengua! Y asegúrate de no perder de vista cualquier folleto sobre temas de salud que estén escritos en tu lengua materna.

Por último, un elemento crucial para mejorar tu nivel de educación sanitaria es platicar con tus amistades, familiares y vecinos sobre la importancia de ser proactivos cuando se trata de nuestra salud. Hazles saber que tienes la disposición de acompañar a tus familiares (sobre todo a los adultos mayores) a sus consultas médicas, de modo que tengan a alguien a su lado para ayudarles a hacer las preguntas correctas y para obtener el tratamiento adecuado.

Recuérdales que, aun si no se sienten enfermos, deben asegurarse de programar consultas regulares con su médico para efectuarse chequeos y exámenes importantes. Crear una cultura sobre la prevención médica es imprescindible para mejorar nuestro estado de salud y, también, ¡es muy útil para ahorrar dinero referente a los costos de la salud en el largo plazo!

Con solo dar estos sencillos pasos, tú y tus seres queridos se sentirán apoyados para empoderarse y prepararse para tener una mejor salud.

 

Fuentes de consulta:

https://health.gov/communication/literacy/quickguide/Quickguide.pdf

https://www.cdc.gov/healthliteracy/learn/index.html