Doña Ramona tuvo una vida plena, pero la diabetes se la arrebató.

[avatar user=”doller” size=”thumbnail” align=”left” link=”http://www.acppps.org/who-we-are/denisse-oller”]By: Denisse Oller[/avatar]

Doña Ramona tuvo una vida plena, pero la diabetes se la arrebató.

Cada noviembre, celebramos a nivel nacional el mes de la diabetes para llamar la atención sobre la diabetes y su impacto en millones de estadounidenses.

Doña Ramona falleció el viernes pasado en Washington Heights. Tenía apenas 74 años. Doña Ramona era la matriarca de la familia Carvajal, dominicanos de “pura cepa” que llegaron de República Dominicana a Nueva York en busca de una vida mejor. Era una mujer fuerte, vivaracha, generosa; ciertamente no pasaba desapercibida. Y su mejor manera de mostrar amor era cocinando. Hace unos años, la visité y me recibió con tostones y pollo frito, su delicioso arroz con gandules y postres, muchos postres. No importaba que ya había sido diagnosticada con diabetes unos 20 años antes. Hasta que su corazón no pudo más.

Dios tenga a Doña Ramona en su gloria. Los médicos le habían advertido muchas veces antes. Estaba muy pasada de peso y no tomaba sus medicinas. Quería comer solo lo que ella cocinaba, y en su menú no entraban las frutas ni los vegetales, ni las raciones moderadas, ni hornear en vez de freír. Su hija, mi querida amiga Ramona, me dijo: “Escribe sobre eso, por favor. Mamá nunca se cuidó. Esto que ha pasado debería ser un aviso para nuestra comunidad. Tenemos que cambiar los hábitos de alimentación, para que esto no siga pasando”.

Ramona tiene razón, tenemos que cambiar nuestros hábitos alimenticios. Al igual que Doña Ramona, 29 millones de estadounidenses sufren de diabetes.

Y lo más alarmante es que una de cada cuatro personas que sufren de diabetes no lo sabe.

Sobre este tema, las malas noticias no terminan ahí. Unos 86 millones de adultos en nuestro país, más de un tercio de la población adulta de los EE. UU., son propensos a la diabetes, lo que significa que sus niveles de azúcar son más elevados que los normales, pero no tan altos como para ser clasificados como diabetes tipo 2. Sin cambios en la alimentación, pérdida de peso y un poco de actividad física, un 15 al 30 por ciento de estos adultos propensos a la diabetes desarrollará la diabetes tipo 2 en cinco años.

Desde hace tiempo los investigadores han revelado que las personas de descendencia latina corren más riesgo de padecer diabetes tipo 2 que otros grupos.

En los Estados Unidos viven más de 50 millones de latinos, lo que representa el 16 por ciento de la población total. El Censo de los Estados Unidos estima que, para 2050, una de cada tres personas será de origen latino o hispano.

Aunque la diabetes no tiene cura, sí se puede prevenir, controlar y hasta revertir. Pero la persona tiene que tomar la iniciativa. Consulte con su médico las preguntas que le conciernen a USTED y exija respuestas. A partir de ahí, haga los cambios necesarios en su estilo de vida para protegerse y proteger a sus seres queridos. Con seguridad esto significará comer más frutas y vegetales, más comidas al horno, menos comidas fritas. En cuanto a lo dulce, podrá aprovechar lo que ofrece la naturaleza en la piña, naranja, fresa y las bananas. Ah, y más actividad física.

En las próximas 24 horas, serán diagnosticados 4,660 nuevos casos de diabetes. En esas 24 horas, más de 130 personas desarrollarán insuficiencia renal a causa de la diabetes. La diabetes no espera. ¿Qué está esperando usted?